domingo, 5 de agosto de 2012

Suerte.

No pretendo hacerme el profundo, el guay o el bohemio. Yo escribo para mi, para desahogarme, y lo llevo haciendo siempre. Al que le guste bien y al que no, que salga de aquí.

Pido que la suerte deje de jugármela, de reírse en mi cara, de que me quite todo lo que amo o me causa entusiasmo. Pido que me deje de torturar en una continua agonía. De que me deje tirar "una de cal y otra de arena", pues ninguna de las dos son buenas. 
Le pregunto por que ayer falló y no envió al jinete del caballo bayo a por mi cabeza. ¿Por que cuando me miro al espejo hace tantos años que precisamente le veo riéndose a mi costa?
Estoy solo, sin estudios apenas, en un trabajo del que me quieren echar, sin motivación y ahora... magullado y sin moto también. ¿Que más me puedes quitar, hija de puta? Nada de lo que resta me causa interés.
No quiero nada más, tan solo que acabes el trabajo. Y este trago, por ti, y con tu gemela Mala Suerte... ya que tu no quieres hacer acto de presencia.