miércoles, 24 de septiembre de 2008

La Torre Oscura I: La Hierba del Diablo.

Hace un tiempo, gané un miniconcurso que un viejo amigo posteó en su blog: Cleveland, aka Homo Insanus. Me ofreció la oportunidad, ya que por haber comprado un pack le sobraba un ejemplar, de leer el primer tomo de la mítica Torre Oscura de S. King. Años atrás, un ex-amigo me lo aconsejó innumerables veces... pero yo, asqueado de leer la basura del colegio, lo rechacé... aunque me quedó ese gusanillo.
Empecé a leerlo el pasado día 5, en una excursión que hice a Barna, cuando no pude dormir. Y en dos sesiones más me lo he deborado. Mi veredicto: brutal.
King narra como un solo hombre, el último de su tiempo en un mundo que ha cambiado a sus espaldas, persigue la primera llave, el primer peldaño que lo llevará a La Torre Oscura con el fin de cumplir juramento y escapar de la destrucción en la que ya se encuentra ese mundo. Tal deseo se convertirá en obsesión, y el Pistolero deberá elegir innumerables veces entre el sacrificio y su meta. Precisas descripciones de un mundo en decadencia, un mundo frío y cruel, en el que los personajes se desplazan como piezas del ajedrez: todo escrito, todo predestinado, pero un final incierto. Preguntas y más preguntas que, en su debido momento, son respuestas al lector. Reflexiones como la que al final se le ofrecen al Pistolero, sobre puro existencialismo relativo (yo soy que referente a) escritas y narradas de forma deliciosa.
Pronto, muy pronto, espero saber la continuación del viaje de Roland por la playa del oeste... pues debo admitir que he disfrutado muchísimo con la lectura del ejemplar, situandolo fácilmente en la estanteria de mis preferidos (aunque pequeña, tiene algunos tomos que considero joyas: "El Cuervo" y "El Gato Negro y otros relatos" de Poe, "El Mecanoscrit del Segon Origen" de Manuel de Predrolo.)
Con todo esto, me dan ganas de reescribir el último fragmento de la Historia de Kelembor y darle un toque más King ;)

jueves, 18 de septiembre de 2008

¡Más y mejor!

Como sé que os gusta, voy manteniendo arreglada la lista de reproducción de Playlist.com. Arreglo las cancioncillas que dejan de funcionar y añado de nuevas.
Hoy he quitado:
"El Balsamo de Fierabras" -Mägo de Oz
"Santo Grial" -Mägo de Oz (muy a mi pesar, eh? pero la web no me la encontraba... y es una de mis favoritas de ellos ><)

Y he añadido:
"Zombie Slam" -Pain
"Becoming the Bull" -Atreyu
"Showbiz" -Muse

Disfrutad ;)


Edito:
Acabo de añadir un tema híbrido, está a medio camino del Tecno y del Metal (si, tal como lo escuchais). Lo conocí en los videos de Riflvr, mi idolo hunter. Espero que os guste como a mí:
"Heavyweight" -Infected Mushroom

viernes, 12 de septiembre de 2008

DrakeDog 8.


Al fin, tras casi dos meses de ansiada espera... DrakeDog nos deleita con su octavo video. Todo un alarde de habilidad, control y velocidad sobre el teclado. El warlock más conocido del mundo, fiel a sus talentos (Destrucción), no deja apenas segundo para respirar. La música, adecuada aunque inspira menos que la de su séptimo. La edición, cortesía de Goo, acojonante. No me alargo más:

Historia de Kelembor, Señor del Fin de los Tiempos (Parte 6)

[ Ha pasado poco más de un año desde nuestra entrada a la Caverna de Lady Vashj. La matrona naga, a las ordenes de Illidan, había invocado criaturas milenarias para el dominio de las Marismas... jamás habríamos podido imaginar lo que nos esperaba ahí. Acampamos en la propia puerta, cada día llegaban miles de heridos del frente... un frente que avanzó con una velocidad firme. El guardián de las aguas caería en breve, Lurker, un ente anfibio y enorme que disparaba potentes chorros de agua por su boca. Poco después un gigante, Morogrim, mordería el polvo junto a sus miles de secuaces murloc. Karathress y su concilio le seguirían, custodiaban la celda de un supuesto traidor tábido, de los Lengua de Ceniza, que estaba a las órdenes de Illidan. Al tiempo, el señor elemental Hydross también sucumbiría ante nuestro implacable asedio. Y un tiempo después mi mayor sorpresa en la caverna: Leotheras.
No esperaba encontrar este elfo aquí... recuerdo cuando leí la historia: “Cuando Kael’thas se unió al perturbado Illidan con el fin de encontrar una fuente vital nueva para su gente, el Príncipe confió sus seis mejores guerreros a Illidan para que los instruyera en el camino de los Cazadores de Demonios. Cuatro de ellos perecieron durante las pruebas; uno de ellos logró dominar tal poder llegando a ser incluso superior que su mentor (ya que los Altos Elfos jamás han tenido el rechazo natural a lo oscuro como los Elfos de la Noche), el llamado Varedis que ahora mismo instruye a Elfos de Sangre en los balcones superiores del Templo Oscuro; el otro enloqueció, su poder le dominó y disgregó su personalidad... convirtiéndolo en un ente peligroso.” ...O muy útil según se tenga correctamente dominado, y así estaba. Nada más liberarlo de sus captores, se lanzó sobre nosotros cual fiera sobre trozo de carne, blandiendo sus dos espadas gemelas con una maestría realmente digna de mención. El pobre diablo aguantaría nuestra avanzadilla, pero sucumbiría con relativa facilidad ante el grueso de nuestro ejército, nuestra hermandad.
No obstante, habíamos empezado a pensar en el siguiente objetivo... el lugarteniente de Illidan: Kael’thas. Cazadores y pícaros se infiltraron en su Castillo de la Tempestad. No era muy difícil de llegar a la conclusión que de dejar a Kael’thas a su libre albedrío traería problemas, él reforzaría la defensa de la Matrona con su enorme hueste de poderosos y entrenados Elfos. Así pues, decidimos dividir nuestro ejército y proporcionar un frente con el que entretenerlo para lograr rematar a Vashj.
En cualquier caso, nuestro Comité no estaba pasando por un momento dorado... los Comandantes preferían renunciar a su cargo, debido a la ardua tarea llevada tras tantos años. Akiles se quedaba solo en el mando, y necesitaba de viejos amigos que le ayudaran. El paladín era consciente de mi actual situación, pero no quitaba que confiara en mí y sabía que me involucraba en el propósito del clan. Me nombró Comandante, el resto recaía en mis manos.
Los tres recursos mayores de Kael’thas cayeron. Al’ar, el avatar del Dios Fénix, al servicio del Príncipe sería el que nos daría más problemas, pero a los días cenamos de su carne... Void Reaver, un potente resultado de la ingeniería, también caería en pedacitos... y a los pocos días, la mayor bruja de la hueste de Kael sucumbiría con una facilidad pasmosa. Ya solo quedaban los dos líderes.
Vashj, tras casi un año de aguantar las embestidas de La Perla y de casi romper nuestra moral, caería en una lucha épica. Nuestro clan hacía historia ese día.
Por otro lado los Guardianes del Tiempo, el vuelo Naranja, contactarían conmigo. Era precisa una intervención a través de un portal temporal, regresar al momento en el que Archimonde y su Plaga intentarían acabar con el Árbol de la Vida. El transcurso de la historia estaba apunto de cambiar debido a un fallo en la organización entre los diferentes frentes de la batalla. Así pues, un pequeño grupo de contención se quedaría ante Kael, mientras el grueso iríamos a través del portal. Sin demasiada dificultad plantaríamos cara a oleadas de innumerables bichos para luego enfrentarnos a uno de los grandes Lich... Rage Winterchill. Entre muerte y podredumbre, además de cadenas de hielo, moriría definitivamente. Los demonios mayores Kaz’rogal y Anetheron también serían purgados días después. Solo faltaba Azgalor y el própio Archimonde.
Por ello, en ese frente atisbábamos casi el final, y a Kael le quedaba realmente poco... ya se había quedado sin ejército. En nuestro horizonte, la fortaleza negra, el Templo Oscuro de Illidan Stormrage.
Y en cuanto respecta a mi poco había cambiado... sigo tras la mirada de Arthas, él me susurra cuando mi arma golpea. Él golpea mi alma cuando mi juicio se desvanece en el fervor de la batalla. Él desvanece cualquier intento de contenerme... me dice... “Northern”, es muy claro y yo le veo con mi yelmo: su trono, su ciudadela abriéndome las puertas. Debo ir allí... debo ir allí........ yo no... **Las letras se tornan cada vez más gruesas, la tinta se corre a lo largo de las últimas palabras, como si el escritor hubiera apretado con desordenada fuerza la pluma sobre el papel. Hay gotas de sangre sobre estas dos últimas páginas, como si fueran escritas en mitad de la batalla por alguien cuyas manos han estado blandiendo una pesada arma durante meses.** ]



Es la última entrega antes de la expansión, en la que el Viejo Mundo sucumbirá a la sombra, se helarán los corazones y lloverá sangre.