Hace un tiempo, gané un miniconcurso que un viejo amigo posteó en su blog: Cleveland, aka Homo Insanus. Me ofreció la oportunidad, ya que por haber comprado un pack le sobraba un ejemplar, de leer el primer tomo de la mítica Torre Oscura de S. King. Años atrás, un ex-amigo me lo aconsejó innumerables veces... pero yo, asqueado de leer la basura del colegio, lo rechacé... aunque me quedó ese gusanillo.
Empecé a leerlo el pasado día 5, en una excursión que hice a Barna, cuando no pude dormir. Y en dos sesiones más me lo he deborado. Mi veredicto: brutal.
King narra como un solo hombre, el último de su tiempo en un mundo que ha cambiado a sus espaldas, persigue la primera llave, el primer peldaño que lo llevará a La Torre Oscura con el fin de cumplir juramento y escapar de la destrucción en la que ya se encuentra ese mundo. Tal deseo se convertirá en obsesión, y el Pistolero deberá elegir innumerables veces entre el sacrificio y su meta. Precisas descripciones de un mundo en decadencia, un mundo frío y cruel, en el que los personajes se desplazan como piezas del ajedrez: todo escrito, todo predestinado, pero un final incierto. Preguntas y más preguntas que, en su debido momento, son respuestas al lector. Reflexiones como la que al final se le ofrecen al Pistolero, sobre puro existencialismo relativo (yo soy que referente a) escritas y narradas de forma deliciosa.
Pronto, muy pronto, espero saber la continuación del viaje de Roland por la playa del oeste... pues debo admitir que he disfrutado muchísimo con la lectura del ejemplar, situandolo fácilmente en la estanteria de mis preferidos (aunque pequeña, tiene algunos tomos que considero joyas: "El Cuervo" y "El Gato Negro y otros relatos" de Poe, "El Mecanoscrit del Segon Origen" de Manuel de Predrolo.)
Con todo esto, me dan ganas de reescribir el último fragmento de la Historia de Kelembor y darle un toque más King ;)
Empecé a leerlo el pasado día 5, en una excursión que hice a Barna, cuando no pude dormir. Y en dos sesiones más me lo he deborado. Mi veredicto: brutal.
King narra como un solo hombre, el último de su tiempo en un mundo que ha cambiado a sus espaldas, persigue la primera llave, el primer peldaño que lo llevará a La Torre Oscura con el fin de cumplir juramento y escapar de la destrucción en la que ya se encuentra ese mundo. Tal deseo se convertirá en obsesión, y el Pistolero deberá elegir innumerables veces entre el sacrificio y su meta. Precisas descripciones de un mundo en decadencia, un mundo frío y cruel, en el que los personajes se desplazan como piezas del ajedrez: todo escrito, todo predestinado, pero un final incierto. Preguntas y más preguntas que, en su debido momento, son respuestas al lector. Reflexiones como la que al final se le ofrecen al Pistolero, sobre puro existencialismo relativo (yo soy que referente a) escritas y narradas de forma deliciosa.
Pronto, muy pronto, espero saber la continuación del viaje de Roland por la playa del oeste... pues debo admitir que he disfrutado muchísimo con la lectura del ejemplar, situandolo fácilmente en la estanteria de mis preferidos (aunque pequeña, tiene algunos tomos que considero joyas: "El Cuervo" y "El Gato Negro y otros relatos" de Poe, "El Mecanoscrit del Segon Origen" de Manuel de Predrolo.)
Con todo esto, me dan ganas de reescribir el último fragmento de la Historia de Kelembor y darle un toque más King ;)